Y el sol sigue brillando todavía;
En tanto, el mar, no perdió su inmensidad,
La tierra, aunque un tanto dolorida,
no deja de girar.¡ Nada sucedió !
Aún la muerte,
mi triste huerto no se atrevió a pisar.
Mas, la llama del amor que me juraste,
pudiste apagar!!.
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