
Me fui pensando en volver,
lo noté en tu mirada,
y en el temblor de tus manos,
cuando la puerta cerrabas.
Comprendí, que tú también,
callaste todas tus ansias,
cuando estuvimos charlando,
aquella primera mañana
"Es cierto, lo que me dices,
¡con que ganas te esperaba!"
dijiste con vergüenza,
y escondiendo la mirada"
Ya ves, mujer, estamos juntos,
y aquí sobran las palabras.
Nos fundimos en un beso,
y caricias que quemaban.
Se despiertan los sentidos,
y pasiones que arrebatan;
ni se cuando nos dormimos,
en esa larga jornada.
Solo sé que embriagados,
de tanto amor compartido,
retornaron sensaciones,
¡maravilloso prodigio!.
Se acrecienta y fortalece,
con cada día que pasa,
maravilloso milagro,
de este amor que se agiganta.
lo noté en tu mirada,
y en el temblor de tus manos,
cuando la puerta cerrabas.
Comprendí, que tú también,
callaste todas tus ansias,
cuando estuvimos charlando,
aquella primera mañana
"Es cierto, lo que me dices,
¡con que ganas te esperaba!"
dijiste con vergüenza,
y escondiendo la mirada"
Ya ves, mujer, estamos juntos,
y aquí sobran las palabras.
Nos fundimos en un beso,
y caricias que quemaban.
Se despiertan los sentidos,
y pasiones que arrebatan;
ni se cuando nos dormimos,
en esa larga jornada.
Solo sé que embriagados,
de tanto amor compartido,
retornaron sensaciones,
¡maravilloso prodigio!.
Se acrecienta y fortalece,
con cada día que pasa,
maravilloso milagro,
de este amor que se agiganta.
Guillermo Magliarelli
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