jueves, 9 de octubre de 2008

TRISTE FINAL (CUANDO NADA TE SONRIA II)


Y así fue, te sentiste perdida,
tu aventura tuvo triste final,
y una tarde muy fría de julio,
presurosa, me viniste a buscar.

Nos confundimos en un fuerte abrazo,
un beso sin tiempo nos dimos los dos,
"¡no llores, por favor!", me dijiste;
"aquí me tienes, sólo tuya yo soy".

Y empezaste a contarme la historia,
de esos dos meses que estuve sin vos,
fue entonces que ahondaste mi herida,
¡mas tanto te amaba!, y te di mi perdón.

Los años pasaron, tres bendiciones,
regalo del cielo, prodigio de amor,
mas cuando alguien por mi te pregunta,
te ufanas diciendo que fui lo peor.
Guillermo Magliarelli

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