
Me fui pensando en tus ojos,
más aún, en tu mirada.
Me fui pensando en tus labios,
y en la dulzura que emanan.
Me fui pensando en tu piel,
que no me atreví a a acariciarla,
me fui pensando en un beso,
en tantas ansias calladas.
Me fui pensando en la dicha,
de despertar en tus brazos,
exhausto, borracho de amor,
y en nuestras ansias colmadas.
Perdóname, es solo un sueño,
es un delirio que tengo,
desde que abriste la puerta,
aquella primera mañana.
Guillermo Magliarelli
No hay comentarios:
Publicar un comentario